ORIGEN MUSICAL Pasión por el flamenco. De un cuadro de baile flamenco al circuito de cafés-conciertos en Madrid, su ciudad natal aunque andaluza de sentimiento.

DISCOGRAFIA En el primer disco canta poemas de Antonio Gala. Luego graba ´El sur de la pasión´, ´Canalla pa´bien´ y el último ´Uniendo Puertos´.

Clara Montes llenó la plaza de Santo Domingo en estado puro: con sólo dos guitarras y una despedida coplera a capella y sin micrófono que acabó de confirmar a las mil almas, sentadas incluso sobre las piedras recalentás , que posee una voz potente y una vena lírica profunda. Se presentó con "su amuleto" --la versión del poema de Antonio Gala Agua me daban a mí -- y dedicó al público A pie van mis suspiros , obra del guitarrista Juan Cerro allí a su vera, en un recorrido por sus discos.

--¿Le da la vida el directo? Porque cuatro discos ya, pero muchos, muchos conciertos

--Hombre ha sido mi medio de vida y mi forma de vivir también porque cuando empiezas desde abajo y trabajando de noche en cafés-conciertos te ocupa parte de tu vida y forma parte de mi personalidad. También he hecho mucho escenario en plazas hermosas como ésta y predispone al público. La verdad es que tengo la suerte de que en verano trabajo siempre en espacios así y es un lujo.

--Dígame cómo definir un estilo tan propio porque no la veo de canción española sin más como dice la Sociedad de Autores.

--Es que no lo sé. Que cada persona me denomine como quiera. Cuando hago música simplemente pienso en contar cosas con toda la experiencia y con todas las músicas que me gustan y, sin querer, me ha salido un estilo propio, diferente, que tiene una base muy flamenca, empecé cantando en un cuadro de baile, y muy española, pero luego tiene connotaciones de muchos sitios donde he vivido. Yo creo que es mi manera de comunicar. Sobre todo creo que es una música que intenta ser cultura, expresar cosas más que formar parte de un show business porque creo que se está perdiendo el concepto de música como cultura, arte. Ya no te contrata Cultura, te contrata Festejos. Hoy es una excepción y se agradece.

--¿Y dice que su último disco, Uniendo Puertos, recoge la cultura mediterránea?

--Pretende volver a la raíz de donde venimos, a las raíces de nuestra música. Somos un país donde han venido todas las culturas mediterráneas y hemos ido también nosotros a muchas partes. Creo que en el fondo somos griegos, italianos, árabes. Y yo lo que quería era contar cosas que me preocupan y que me mueven, pero sin una temática concreta. Es un disco muy de autor, pero también con versiones de canciones con las que aprendí a cantar.

--¿Se considera más intérprete o autora?

--Intérprete. Son dos maneras de ver la música. El cantautor siempre ha sido un poco canción protesta y en el momento en que vivimos creo que hay que ser muy macarra para hacer canción protesta y si no se queda uno muy descafeinado. Hay cantantes de rock mucho más cañeros y por eso no me gusta el cliché de cantautor. Es verdad que compongo mucho y que hablo de cosas personales o de los niños de la guerra, pero yo me siento más una intérprete de sentimientos. Quiero contar este sentimiento y hacer que la gente se dé cuenta, despierte y sienta algo.

--Aquello de malos tiempos para la lírica de Golpes Bajos no va con usted.

--Yo tengo una vena lírica muy fuerte. Forma parte de mi música aunque no me considero yo poeta ni tampoco una obsesiva de la poesía, pero leo mucha y me inspira porque creo que es la manera más bonita de decir las cosas. Yo tengo suerte porque hago eso y me va bien. Creo que soy una persona muy afortunada.