Otro problema de tráfico, el aparcamiento indebido de un coche, entorpeció ayer la labor de los bomberos, que tuvieron que esperar a que el dueño lo retirara para acceder al balcón de una vivienda y así poder abrir la puerta de entrada. Mientras, los vecinos se preguntaban qué habría pasado si en vez de por una puerta hubieran acudido por un incendio.