Mostramos nuestro total desacuerdo con este proceder expoliador que se está dando en nuestra ciudad con el patrimonio de los placentinos». Así ha denunciado la junta capitular de la Cofradía de la Soledad y el Santo Sepulcro lo ocurrido con un friso de azulejos de la ermita de San Lázaro, que teme que se repita con un retablo de azulejería talaverana de Santo Domingo.

Esta semana, el retablo restaurado se inauguraba en el museo de la catedral, donde también se encuentra el friso de San Lázaro, según la cofradía. Precisamente, lo sucedido con este les hace preguntarse si «estamos ante un nuevo expolio». Porque «se repite la misma estrategia». Así, la Soledad recuerda que la ermita se cerró por goteras y filtraciones y el friso se sacó para restaurarlo, pero, una vez reabierta, no volvió a su lugar, sino «una fotocopia».

Respecto al retablo, critican que se sacó de Santo Domingo «con nocturnidad y alevosía, una acción innoble para que las cofradías no conociesen ni el día ni la hora, con la presunta connivencia del presidente de la Unión», a la que La Soledad pertenece. Recuerdan que se pidió una reunión con el obispo «sin recibir respuesta alguna» y que se reunieron con el director general de Patrimonio para hacerle ver que la sacristía donde se encontraba no tenía riesgo de derrumbe, sino goteras y embalsamiento de agua. Esperan, «aunque lo dudamos», que una vez acondicionada la sacristía, el retablo vuelva porque recuerdan que así lo establece la Ley de Patrimonio, la vuelta al lugar de origen. Ni la Unión ni el Obispado respondieron ayer a la cofradía.