La Unión de Cofradías ha advertido de que va a seguir luchando para conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional para la Semana Santa, que ha denegado la Junta.

El primer paso que han dado, tras celebrar una reunión de urgencia el miércoles en Santo Domingo, ha sido el de remitir a la alcaldesa y a la concejala de Turismo, Raquel Puertas, un escrito de alegaciones para demostrar que "la Semana Santa placentina cumple, punto por punto, todos los requisitos que exige el decreto de la Junta" sobre fiestas de interés turístico en la región, en palabras del nuevo presidente de la Unión, Luis Serrano. "La declaración está suficientemente justificada, tenemos dos cajas de documentación", insistió Serrano.

"Yo ya dudo hasta de que se hayan mirado la primera documentacion y no sabemos tampoco si los técnicos vieron el museo, que es la única exposición permanente de toda Extremadura de pasos de Semana Santa", advirtió el presidente de la Unión de Cofradías.

Por todo esto y porque consideran que un recurso contencioso-administrativo sería la última opción, han presentado sus alegaciones al ayuntamiento "que es quien debe remitirlas a la Junta porque es quien está moviendo la declaración, con nuestra colaboración", indicó Serrano.

VALORES SINGULARES Así, se basan en el decreto 152/1997 de 22 de diciembre sobre Fiestas de Interés Turístico de Extremadura para señalar que "la configuración de una semana completa de procesiones; la singularidad, valor y variedad de sus tallas de imaginería; la configuración de sus pasos así como nuestra forma de procesionar y el marco donde se desarrollan las estaciones de penitencia aportan por sí mismos una originalidad a la Semana Santa placentina".

Destacan la participación de unos 10.000 hermanos, con lo que "al menos el 50% de las familias placentinas tienen un cofrade en su seno" y hacen especial hincapié en que la Semana Santa local cuenta "con la única cofradía extremeña que ostenta una antigüedad de ocho siglos" y que se celebra "ininterrumpidamente" desde entonces.

A esto suman el valor de sus tallas "reconocido por técnicos, restauradores, imagineros..."; el recorrido intramuros que realizan las cofradías y la exposición permanente que mantienen en Santo Domingo, más la ocupación hotelera que genera la festividad y su difusión y promoción en el país y el extranjero. Así, porque "queda demostrado el interés turístico y el valor cultural", reclaman la concesión de la distinción regional.