Cinco meses lleva funcionando el comedor social Casa Betania de Cáritas y el número de personas a las que atiende a diario se ha multiplicado hasta llegar al medio centenar. Por eso y porque solo la comida supone un gasto cercano a los 6.000 euros al mes, la oenegé ha hecho un llamamiento para pedir nuevos donativos, a la vez que quiere agradecer todos los recibidos hasta el momento.

Sor Julia Figueredo, responsable del comedor, explica que en el último mes ha crecido la demanda de comida porque "mucha gente ha venido a coger cerezas en el Valle y mientras esperaban para ver si les contrataban o no necesitaban comer". Junto a estos y a las personas sin hogar que demandan la comida, destaca además a otro colectivo que ha aumentado, el de las "personas de clase media que se han quedado sin trabajo y tienen que pagar hipotecas o alquiler y además tienen hijos de tres a cinco años".

Sor Julia hace hincapié en la situación de estas familias porque "lo están pasando muy mal, a algunos les da vergüenza venir y lo que hacen es pasar por el comedor a recoger la comida". Son hasta una veintena de familias, según sus cálculos y para ellas cree que sería necesario poner en marcha un banco de alimentos que repartiera a domicilio "legumbres, pastas, azúcar o aceite", explica.

Por ese incremento de personas que necesitan comida, incide en la necesidad de recibir donativos, ya que "el comedor tiene muchos gastos, la comida nos supone casi 6.000 euros al mes" y eso a pesar que la sirve el propio catering de Cáritas.

Hay cuentas abiertas a nombre del comedor en Caja Extremadura, La Caixa y Caja Madrid y los donativos "estarán íntegramente destinados a alimentación", en palabras del director de Cáritas, Félix Macías.

Ni Sor Julia ni Macías se olvidan de los voluntarios, una treintena, que ayudan a servir la comida o ejercen de psicólogos. Quien desee acudir al comedor debe inscribirse en la antigua sede de Cáritas, junto a Correos.