Unos 20 menores de edad comen diariamente gracias al comedor social que gestiona Cáritas. Son un ejemplo de una nueva realidad que ha detectado la trabajadora social del centro, Yéssica de Arriba, en los tres últimos años, el aumento «muy considerable de familias con menores» que necesitan este servicio, lo que difiere de la «visión que se tenía antes de que al comedor viene solo gente que vive en la calle».

Pero las circunstancias han cambiado y ahora, además de personas sin hogar y con adiciones, acuden al comedor placentino familias con un nivel educativo bajo y que son perceptores o están a la espera de cobrar la renta básica. Tienen a partir de 35 años e hijos pequeños. En total y viendo la media anual, acuden unas 70 personas al día. Como dato, la trabajadora social apunta que el año pasado, se repartieron más de 12.000 comidas.

Eso sí, las familias no almuerzan en el comedor, sino que se llevan la comida a casa, y los niños tampoco van, salvo en verano, y, en este caso, «les meto en mi despacho y hacemos juegos, colorean... porque la realidad de quienes acuden aquí es muy dura para niños tan pequeños».

Pero el servicio que presta Cáritas a través del comedor no es solo asistencial, es decir, de mero reparto de comida, sino que trabaja de una manera global y ahora, gracias a un convenio firmado con Iberdrola, la intención es «avanzar y llegar a más, trabajar en la promoción de la autonomía y ayudarles a salir de la situación en la que se encuentran».

Así, en una primera entrevista, De Arriba detecta sus necesidades y ofrece soluciones o deriva a otras entidades. Por ejemplo, Cáritas cuenta con cursos formativos y trabaja en red con otras oenegés para que puedan recibir el resto de comidas del día.

Un aspecto que ha detectado es que, al tener los padres bajo nivel de estudios, a los menores les falta refuerzo escolar. Es el nuevo proyecto que quieren poner en marcha y están estudiando cómo hacerlo. De momento, cuentan con voluntarios dispuestos a facilitar ese refuerzo.

Cualquier persona que necesite este servicio puede acudir a la sede del comedor, situada en la calle Trujillo, de lunes a viernes de doce a una para hablar con la trabajadora social. Esta realizará una entrevista al demandante, verá sus necesidades y le solicitará toda la documentación necesaria. Además, realiza un seguimiento y ofrece orientación y la tramitación de ayudas.

El comedor de Cáritas abre de lunes a domingo, a partir de las 12.45 horas.