La temporada de rebajas continúa en marcha, pero los comerciantes de la ciudad ya pueden hacer una estimación, una vez vista la tendencia, de cuál será el balance de este año.

Para la Asociación Zona Centro, "es mejor de lo que nos temíamos, la verdad, pero no podemos considerar que esté siendo una gran temporada de rebajas", aseguran desde la asociación. "Vamos poco a poco dando salida al género, eso sí", explican, antes de confesar que "para los comercios que no son franquicias o cadenas, si queremos ser competitivos, nos vemos obligados a bajar los precios de la ropa de temporada, por lo que reducimos los márgenes de beneficio que tenemos" para hacer frente a las rebajas con género nuevo que suelen realizar las distintas franquicias repartidas por la ciudad y, sobre todo, el centro.

"Clausuramos la temporada de ofertas cuando ya no se vende, y de momento seguimos con las rebajas, eso es buena señal", explica un comerciante. "Flojitas", dice otra, "más bien flojitas, ajetreo tenemos todos los días, pero la gente no acaba de decidirse a comprar".

Y es que los potenciales clientes han ideado estrategias para apaciguar sus ansias de comprar, y no volver a casa con prendas que no tendrán ocasión de ponerse. "Yo tengo un truco", cuenta una mujer, "ahora mismo estoy buscando una falda vaquera, me las pruebo, y si me gustan, dejo la compra para mañana". De esta manera "me da tiempo a pensar en frío si la necesito", prosigue. ¿Y si decide que las quiere pero ya no están al día siguiente? "Pues mira, dinero que me ahorro", ríe.

Una madre con un hijo adolescente rebota de tienda en tienda, sin pasar más tiempo que el necesario para preguntar antes de probar en otro local. "Yo ya le he dicho que hay que ajustarse a lo que encuentres, más en rebajas, pero no hay manera de que ceda", explica la mujer, que continúa asegurando que "si no lo hay, no le compraré ninguna otra cosa, porque ya le conozco. ¿Para que después no se lo quiera poner? Quita, quita".

En el otro extremo, un chico joven, con su pareja. "Ya me he comprado unas zapatillas y un pantalón corto, ahora estamos buscando una camiseta para ella", cuenta. "Probablemente me compre otras calzonas un día de estos", continúa él, mientras ella busca entre el género de una de las muchas tiendas de la Calle del Sol.

Algo más lejos del ajetreo del centro, una mujer sale de una tienda de ropa de bebé y niño con una bolsa bajo el brazo. "Le acabo de comprar un vestidito de verano a mi sobrina", explica, con la sonrisa triunfante de quien por fin ha encontrado lo que buscaba. "Me he recorrido media Plasencia, pero ya lo tengo", corrobora ella.