La Federación de Empresarios abanderó la puesta en marcha de un centro comercial abierto para potenciar el comercio. Junta y ayuntamiento costearon el proyecto, valorado en 665.993 euros y centrado en la instalación de seis isletas en diversas calles. Ahora, cuando se han cumplido un año desde su entrada en funcionamiento, la propia asociación de comerciantes y empresarios a título particular dan un suspenso a las isletas.

Para la asociación, el proyecto ha olvidado demandas como una megafonía contínua, señalización exterior, en las entradas de la ciudad, que anime al visitante a acercarse al centro y, lo que consideran prioritario, la creación de aparcamientos para que quienes acudan a comprar "no se vuelvan locos, e incluso acaben por irse, por no poder aparcar".

Comerciantes a título particular, sobre todo los que tienen tiendas junto a las isletas, también las critican, en general, porque consideran que no están cumpliendo la función para las que se crearon. Es más, cuatro de las seis isletas instaladas no funcionan. El sol ha quemado la pantalla de la de puerta Talavera, las de la calle y puerta del Sol no tienen señal para emitir la publicidad de los comercios y la de Santa Ana no está operativa desde que comenzaron las obras de pavimentación de la calle, a finales del año pasado.

Por eso, Conchi Peñasco, afirma desde la plaza Quemada que "no están sirviendo. Yo no he visto a ningún extranjero que la utilice para informarse y solo sirve para que los niños jueguen con la pantalla". Desde la joyería Monterrey, en la calle del Sol, afirman que, si funcionaran, tendrían utilidad, pero critican precisamente que fallan continuamente y coinciden con Peñasco en que "la gente no la utiliza".

Clientes consultados tampoco ven la utilidad de estas isletas. Antolín Vivas, desde su quiosco de venta de la ONCE, critica que "no es más que un mueble". Lo único que se salva, según unos y otros, es el microclima que funciona en verano.

PARA EL PP, UNA VERG ENZA El PP se ha sumado a estas críticas y su portavoz, Miguel Cantero, considera que "somos el hazmerreír de toda Extremadura. Es una vergüenza que hayamos tirado a la basura cien millones de pesetas. Es absolutamente cutre y un ejemplo de los políticos que tenemos". Pone el centro de Badajoz como ejemplo a seguir.