La puesta en funcionamiento de las cámaras de vigilancia de acceso al casco histórico ha entrado en su "etapa final", en palabras del concejal de Tráfico, José María Nisa, quien indicó que desde el próximo lunes, día 1 de septiembre, "empezará el periodo de pruebas", que se extenderá "veinte días". De esta manera, el sistema entrará en marcha "el 1 de octubre".

En ese tiempo, la policía local comprobará "los vehículos que acceden al centro en contraste con la lista autorizada", contó el concejal. Así, detalló Nisa, se podrá comprobar "si un vehículo entra repetidas veces" sin la "debida autorización" en el perímetro vigilado. Después, se pondrán "en contacto con el dueño para preguntarle si hay alguna razón válida o no" para ello, detalló el titular de Tráfico local.

Cuando empiece a funcionar de manera definitiva, el sistema enviará a la policía local la notificación de la infracción, y esta tardará "cinco días hábiles", explicó el concejal, "para comprobar la pertinencia de la multa", que en caso de que siguiera adelante se enviaría a diputación, y supondría "80 euros, que se reducen a 40 por pronto pago".

José María Nisa se mostró "seguro" de que, "en seis meses, o menos, todo funcionará de manera fluida". En los trámites previos se han recogido 1.250 solicitudes, de las que "1.100 ya están contestadas, y el resto son casos particulares". Se ha tenido en consideración las peticiones "por franjas horarias, por ejemplo, para reparaciones", dijo Nisa, o el acceso con vehículos los días de mercadillo. "Los martes se subirán las pilonas para avisar, previamente, de que el acceso está cerrado", explicó el concejal.

Las cámaras, que tienen un "acierto del 95,5%", funcionarán en horario de siete de la mañana a once de la mañana, de dos de la tarde a cuatro de la tarde y de ocho de la tarde a siete de la mañana, "lo que no impide las peticiones de acceso puntuales y razonables dentro del horario", apuntó el concejal.