El hurto al descuido de al menos cuarenta medallas de oro del interior de una joyería de la céntrica calle Talavera la semana pasada ha hecho correr la voz entre los comerciantes de que han vuelto las descuideras, lo que sumado al reciente incidente de la calle del Sol, donde la policía detuvo a una mujer que simuló un ataque de nervios para desviar la atención, ha aumentado las precauciones máxime un día como hoy en que se celebra el mercado de los martes.

"Siempre está bien que se tomen precauciones --indicó ayer un portavoz de la policía nacional-- pero podemos afirmar que son hechos aislados y que no hay que temer que haya grupos dedicados a los hurtos al descuido". De hecho, las descuideras que reaparecieron un martes de hace unos meses en el mercadillo de la Hispanidad no han vuelto a salir a escena por el despliegue de agentes de paisano y uniformado de la policía nacional.

En este intervalo de tiempo también fue detenida una joven pareja que actuó en comercios de la plaza Mayor y de la calle del Sol. La mujer, que se tiró al suelo montando un escándalo, se hacía acompañar de una niña en sus fechorías. Tenía numerosos antecedentes por hechos similares y por venta de droga.

Por otro lado, el fin de semana se denunciaron el robo de herramientas en un taller de Santa Teresa por valor de 2.450 euros así como del interior de un piso en La Esperanza, donde la denunciante manifestó que le habían fracturado la puerta y sustraído 1.500 euros.