El obispado ha creado un órgano asesor para preservar los bienes patrimoniales de la diócesis. Se trata de la Comisión Diocesana de Bienes Culturales y Arte Sacro, que preside el obispo y tiene un carácter consultivo y asesor.

Según el obispado, su informe y seguimiento será obligatorio tanto para la nueva construcción de bienes inmuebles (iglesias, capillas, oratorios), como para la adquisición de nuevos bienes destinados al culto (imaginería, pintura, orfebrería).

También será preceptiva su opinión en traslados, préstamos y restauración de nuevos bienes y de los ya existentes. El objetivo es "cuidar los bienes patrimoniales que nos han legado nuestros antepasados", subrayó el obispo.