El concejal de Obras, Blas Raimundo comprobará si los vecinos y comerciantes de la plaza de Luis de Zúñiga tienen razón en sus quejas de que la obra hará que los locales se inunden cuando llueva. Lo hará visitando la zona para ver in situ cómo han quedado los acerados, ubicados tan al nivel de los locales que los comerciantes temen que les entrará el agua de las lluvias.

Pero la visita tendrá que esperar a que una técnico vuelva de vacaciones, según indicó ayer el edil que, a priori, dijo confiar en los técnicos. "La obra está supervisada por un arquitecto, la aparejadora y otros técnicos y tengo que confiar en ellos", indicó.