La concejala de Cultura, Lidia Regidor, rompió el lunes el silencio sobre la polémica surgida en torno a la factura pagada por las llamadas a móviles de junio, que alcanzó los 354 euros. La edil aprovechó el pleno ordinario del mes --para sorpresa de la alcaldesa, recién llegada de vacaciones-- para asegurar que tiene la conciencia "muy tranquila" por el gasto realizado, aunque reconoció haber utilizado el teléfono no para gestiones de la concejalía sino para temas de partido.

Este fue el caso de las 228 llamadas --del total de 287-- que realizó al secretario general del PSOE, Juan Antonio Alvarez, con cuyo sector se vincula a la edil frente a otro alineado con la alcaldesa en el seno del PSOE. Precisamente, admitió públicamente por primera vez la existencia de estas divisiones internas para justificar las llamadas a Alvarez al explicar que "se debieron a que estábamos en un periodo delicado políticamente, con discrepancias dentro del equipo de gobierno y lo lógico es que yo hable con mi jefe político".

CONCIENCIA TRANQUILA Del resto de llamadas y mensajes y de las hechas a última hora de la noche o primera del día, Regidor aclaró que se debieron a la gran actividad cultural organizada desde su concejalía, ya que "muchas son por la tarde o noche". Además, aseguró que se ve obligada a utilizar el móvil en más ocasiones que el resto de los ediles por tener el despacho en las Claras: "Sólo hay una línea para todos los que trabajan allí".

La edil dijo no tener problema en que su factura sea de conocimiento público al insistir en que: "Tengo la conciencia muy tranquila, estoy dándole a esta ciudad todo mi trabajo, a veces por un dinero insignificante y me siento respaldada por los ciudadanos así que voy a seguir trabajando por la ciudad".