La concejala de Barrios, Carmen Blázquez, pidió ayer a la asociación gitana que no hable de racismo porque "es una cuestión de legalidad" y lamentó que este colectivo ampare esta ilegalidad "cuando yo estoy abierta al diálogo y recibo cada vez que quiere a su presidente". éste, por su parte, reconoció ayer que "no me gusta que se ocupen así los pisos ni los locales", pero insistió: "Es que no nos dan otro lugar". Juan Vázquez explicó que antes solicitó al ayuntamiento la cesión del centro cívico de Gabriel y Galán, pero el edil de Bienestar Social, Victoriano Durán, confirmó también ayer que no pudo ser porque "ahí están los técnicos municipales para el proyecto de integración y se utiliza además para talleres y cursos de los vecinos".

La concejala de Barrios fue más allá: "La asociación de vecinos no tiene inconveniente en que entren los legales, pero no los ilegales" y reconoció el conflicto vecinal que vive el barrio mientras la Junta no respondió ayer a la llamada de EL PERIODICO. Frente a la denuncia de racismo que hizo el presidente del colectivo gitano, la concejala no dudó en afirmar: "El racismo es de ellos para con nosotros porque no quieren cumplir las normas legales ni de convivencia como todo el mundo".