El juicio de faltas por las amenazas de las que la concejala de Seguridad Ciudadana ha acusado al inspector se suspendió ayer en el juzgado número cuatro visto que el uno tiene abiertas las diligencias previas por la querella criminal --o sea presunto delito de mayor gravedad que una falta-- que el jefe ha interpuesto contra la edil y que ésta ha decidido sobre la marcha presentar también una querella penal ampliando su acusación a supuestas injurias, insultos y desobediencia a la autoridad.

Sin embargo, Josefa Pérez Camisón negó a la salida del juzgado que el litigio que mantiene con José Luis Blanco se derive de su condición de concejala. "Esto es una cosa personal --insistió-- y no política" mientras su abogado, Miguel Alvarez Encinas, explicó que "el meollo de la querella van a ser las injurias, amenazas, insultos, coacciones y desobediencia a la autoridad".

Se acumulan, pues, en el mismo procedimiento ambas querellas y tendrá que ser el titular del juzgado número uno el que decida ahora si las admite o no a trámite, en cuyo caso se celebrará entonces el juicio suspendido ayer y que congregó a numerosos policías locales.

Uno de los agentes --David Ramos-- iba como testigo de la acusación además de Tomás Tornero, un comercial de ropa de policía que al parecer presenció las presuntas amenazas. La concejala llegó al juzgado flanqueada por el secretario local del PSOE, Juancho Alvarez, y la edil de Cultura, Lidia Regidor.