Los vehículos pesados que circularon por la ciudad deportiva para preparar los conciertos de feria no hicieron más que empeorar el estado de las instalaciones. Después del concierto de Extremoduro llegó una pequeña reparación, pero luego siguieron los de Loquillo y Medina Azahara sin que la situación de las pistas haya mejorado. Si bien antes de los conciertos ya daban muestras evidentes de abandono y la dejadez va a más, como avisan los atletas.