La nueva rotonda de Puerta Berrozana, incluida en el proyecto de reordenación del tráfico de la ronda Higuerillas, y la primera glorieta de entrada a la ciudad por la circunvalación norte desde la carretera de Salamanca son algunas de las rotondas, la primera aún sin acabar, que critican varios conductores por la estrechez de sus carriles y porque están muy cerradas.

Así lo expresan los conductores de camiones, de autobús y profesores de autoescuela consultados por EL PERIODICO, quienes se sorprenden de que "hagan los carriles tan estrechos siendo rotondas de nueva construcción", indicó ayer un conductor de autobús.

Desde la autoescuela Monfragüe, por su parte, evitan que sus alumnos hagan las prácticas por zonas de la ciudad donde existan glorietas, porque "por ellas no nos caben los camiones y muchos de los conductores ya se han subido a los bordillos". Un ejemplo puede observarse en la rotonda de la circunvalación norte, según señaló ayer Javier Gutiérrez, profesor de la autoescuela Gutiérrez, quien explicó que en esta rotonda se ve en el bordillo la rodada de algún camión que se ha subido al centro de la misma y "es normal porque los carriles han de tener, según la normativa vigente, una anchura de tres metros y algunos no la tienen", recuerda.

SEÑALIZACION Gutiérrez, quien subraya además que las prácticas de sus alumnos con remolques son difíciles también en las glorietas, da una solución al problema: "Como las rotondas no pueden dar más de sí, debería haber más señalización y no dejar entrar a estos vehículos por ciertas zonas". Asimismo, destacó que se podría reducir el acerado y ampliar el carril, "que realmente es el que necesita el espacio".

Junto a las dos citadas, se suma otra pequeña, resaltó el camionero Carlos Chaparro. "A la salida del puente viejo hay una rotonda muy cerrada donde un trailer está saliendo de ésta y el final del vehículo todavía no ha entrado en ella", destacó.