El barrio de Gabriel y Galán es un polvorín. Las órdenes de desahucio remitidas por la Junta por las ocupaciones ilegales de viviendas han reproducido el conflicto entre vecinos legales e ilegales, ya que mientras los primeros dicen vivir entre amenazas y vandalismo, los segundos quieren que la Junta les legalice.

La caja de los truenos se ha destapado al llegar las primeras órdenes de desahucio. Los vecinos se han quejado de que son mínimas, puesto que de cien ocupaciones que han detectado, sólo se les ha informado de la apertura de 16 expedientes. Así, no entienden "por qué a unos se les quiere echar y a otros que llevan años sin pagar y se dedican a romper puertas y buzones y al tráfico de drogas, no se les toca". Una vecina advierte: "Si no les echan a ellos, yo no me voy".

  • "Si legalizan a los ilegales, aquí se va a liar bien gorda"

Además, los vecinos que viven legalmente denuncian ser víctimas constantes de amenazas e insultos y reconocen vivir con miedo: "Yo no salgo por la noche ni a bajar la basura. Ya me han dicho que van a hacer lo que puedan para echar a los legales". El miedo ha llegado a tal punto que sólo unos se muestran en fotografías porque ni las familias que viven legalmente ni las asociaciones de vecinos se atreven.

Mientras, el director de la Vivienda, Enrique Alvarez, aseguró ayer que la Junta va a actuar con firmeza y los desahucios no van a parar, aunque su voluntad es ofrecer soluciones y que las salidas no sean traumáticas.