O las pistas de verano cortan la música a las cinco y media de la mañana o tendrán que echar el cierre para toda la temporada estival". Así de contundente se mostró ayer Josefa Pérez Camisón, edil de Seguridad Ciudadana, que no dudó en advertir: "Con el ruido voy a ser inflexible porque hay que dejar descansar a los vecinos".

La edil ya se negó esta misma semana a permitir un aumento del horario de cierre solicitado por los propietarios al señalar que "con la ley en la mano no puede ser, porque sería un agravio comparativo con los demás negocios". Ahora, y después de que la policía haya levantado dos actas por ruidos, ha dado un paso más al asegurar: "No voy a pasar ni una más, o quitan la música a su hora o mando a la policía para que precinte el local para el resto de la temporada".

PROPUESTA A LOS DUEÑOS

Aún así, la concejala reconoció que, hasta el momento, los propietarios de las pistas "se portan bien" porque cada cierto espacio de tiempo llaman a la policía para comprobar si ha recibido quejas por el ruido y, respecto al horario de cierre, señaló que "no importa que en vez de a las seis desalojen a las seis y cuarto si hay gente en la terraza porque no molestan, pero el ruido sí".

Precisamente para solucionar este problema, Pérez Camisón ha pedido a los dueños de las pistas que instalen paneles de insonorización siguiendo el ejemplo de las discotecas de verano de otras ciudades extremeñas.