Antes de que acabe el año, el gobierno del PSOE quiere aprobar en pleno la cesión de un solar municipal de 2.000 metros en Dolores Ibárruri a la iglesia de los gitanos evangélicos con el compromiso de que una vez construido el nuevo centro cierren al culto los cuatro locales del Rosal de Ayala, Gabriel y Galán, Higuerillas y San Lázaro que tantas quejas ocasionan entre los vecinos por los ruidos que originan las guitarras eléctricas y las baterías.

La petición de los gitanos evangélicos viene de la legislatura anterior con Raquel Puertas de concejala de Bienestar Social, pero se suspendió porque los técnicos municipales advirtieron de la ilegalidad de ceder terreno municipal para iglesia.

Ahora el gobierno del PSOE ha cambiado el concepto para denominarlo centro cultural y no iglesia de manera que salga adelante y la junta local de gobierno ha delegado en Raquel Puertas y en el actual edil de Bienestar Social, Victoriano Durán, para que abran la semana que viene las conversaciones con la asociación y le propongan firmar un convenio de colaboración, confirmó ayer Durán.