La construcción blanca de aluminio que asoma por detrás de la ermita de La Salud tiene los días contados. El ayuntamiento va a ordenar la demolición de esta obra "ilegal y clandestina --según indicó ayer la concejala de Urbanismo y Obras, Mónica García-- que supone un auténtico atentado contra el patrimonio". La edil lo dice porque se ha levantado detrás de la muralla, junto a la Salud y a poca distancia del palacio episcopal, con lo que su impacto es mayor según se entra por el puente Trujillo.

Otra razón es que tiene una altura más de la permitida por el plan de urbanismo del recinto intramuros. "Como es una obra ilegalizable --insistió la concejala-- ese pegote tendrá que ser derribado". Lo cierto es que su impacto visual ya había dado que hablar en la ciudad y especialmente entre los vecinos.

MENSAJE Pero el gobierno municipal no ha podido resolver su demolición hasta tener todos los informes técnicos. Ayer la concejala insistió en que el ciudadano dete tener la tranquilidad de que no se van a permitir "estas barbaridades" y máxime en plena zona monumental.

"Ahora --añadió-- que se está cuidando tanto la rehabilitación en la cercana calle Ancha, el ayuntamiento no puede permitir obras ilegales y clandestinas a pocos metros". De hecho vecinos afectados por obras de rehabilitación en la zona recibieron ayer con satisfacción la noticia después de haber adaptado sus proyectos a las exigencias del plan de urbanismo una vez solicitadas las ayudas públicas a través de la Oficina del Area de Rehabilitación Integral (ARI). En este caso, los propietarios ni siquiera habían pedido la correspondiente licencia de obras.