El alcalde y dueños de viviendas situadas en la finca Viña del Carmen -las que actualmente tienen órdenes de derribo y de las que trata la investigación judicial- y también en La Vinosilla y El Espartal se reunieron ayer para intentar «buscar soluciones» de manera coordinada.

Es la segunda reunión entre el ayuntamiento y los vecinos, que han contratado un abogado que será quien trate con la oficina de disciplina urbanística, según Fernando Pizaro. La idea es «conocer el asunto y proponer determinadas medidas», eso sí, «dentro del marco legal», subrayó Pizarro, que pasa por cumplir con el PGM, la Ley del Suelo y Medio Ambiente.

Los afectados han anunciado por su parte que se va a reactivar la asociación de vecinos que nació en Santa Bárbara y se extenderá también a La Vinosilla y El Espartal para estar unidos. Los residentes de la finca Viña del Carmen han querido subrayar que su zona no tiene una protección excluiva y única sino que hay «muchísimas viviendas en terreno no urbanizable» y protegido de la sierra.