La campaña emprendida por el ayuntamiento para sancionar a los infractores de la ordenanza de Limpieza no ha surtido efecto porque ayer, día festivo, los contenedores, tanto de la zona centro como de diversos barrios de la ciudad, estaban de nuevo repletos de bolsas de basura.

Así, no han funcionado ni las amenazas de sanción ni el ruego del concejal de Seguridad, Francisco Martín, quien pidió a los ciudadanos que no tirasen la basura la víspera de la fiesta. Pero los muchos turistas que ayer visitaron la ciudad se vieron obligados a ver calles sucias, desde la puerta del Sol, con los contenedores llenos de bolsas y cajas de cartón, hasta la calle del Sol; la plaza, donde un somier descansaba sobre una columna o la calle de la oficina de turismo.

En barrios como Miralvalle, más de lo mismo y hasta muebles y un carro de Carrefour.