Un total de 50 menores participarán este verano en el espacio educativo saludable que pondrá en marcha Cruz Roja española en Extremadura. Se extenderá desde el 26 de junio hasta el 1 de septiembre y acudirán chicos con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años.

Este año, la primera semana, del 26 al 30 de junio, estarán en el colegio de la Paz, mientras que a partir del 3 de julio, se trasladarán al recinto ferial del Berrocal para realizar todas sus actividades. «Lo hacemos así porque la primera semana, el ferial estará ocupado por una actividad programada con anterioridad», según ha explicado José Aurelio González, coordinador autonómico de Cruz Roja.

El horario de actividad será de nueve de la mañana a 15.30 horas e incluye el desayuno y la comida para los niños, pero subraya González que no se trata de un comedor escolar. Es mucho más que eso, porque las actividades que realicen estarán orientadas al desarrollo de competencias en ámbitos como el social, de salud y medioambiente, educativo, de ocio y tiempo libre y familiar y comunitario.

exclusión social / El espacio educativo saludable es un recurso de atención socioeducativa dirigido a la infancia que se encuentra en situación de riesgo o exclusión social, «entendiendo por tal, aquellas situaciones o circunstancias de carácter personal, familiar y/o de su entorno que perjudican el desarrollo personal o social de los niños y niñas». Lo que busca esta iniciativa es facilitarles un espacio estable durante su tiempo libre y de vacaciones de verano, en el que «puedan desarrollar actividades con un marcado carácter integrador, que potencien su desarrollo armónico, autonomía personal y su capacidad para aplicar lo aprendido a su ámbito cotidiano». Por tanto, se trata de un espacio complementario al centro escolar para desarrollar actividades durante el periodo estival.

Los niños que participan en la actividad llegan derivados de los servicios sociales o por la propia Cruz Roja. Contarán con cinco monitores para desarrollar los talleres, más un sexto de apoyo a niños con discapadidad y un grupo de voluntarios de Cruz Roja.

Con todos, realizarán talleres de educación en valores, de hábitos de higiene y saludables, de apoyo educativo y también salidas culturales por la ciudad y de ocio, como acudir a la piscina.

El programa lleva varios años desarrollándose en la ciudad y forma parte de un proyecto global para toda la región.