Esto del radar móvil es como el cuento del lobo. Que parece que nunca va a acabar de llegar, pero la policía local asegura que de la semana que empieza no pasa después de tres meses de retraso. "Sólo estamos a la espera de que la imprenta nos dé los boletines de denuncia". ¡Ay, entonces, del conductor que le pise más de la cuenta al acelerador y le hagan la foto! Se expone a multas de un mínimo de 140 euros.

El radar camuflado en un vehículo controlará estratégicamente las avenidas donde más se incumplen las limitaciones de velocidad y donde más peligro exista para los peatones por tratarse de zonas muy transitadas. "Se da el caso --no por señalar-- que hemos visto coches pasando por la avenida del Valle a 70 o 75 cuando ahí el límite es de 40". Es uno de los casos más llamativos detectados por la policía local durante las pruebas de estos días.

El radar funcionará en el casco urbano durante al menos tres meses, que es el periodo por el que se lo cede la Dirección General de Tráfico al ayuntamiento, si bien en esta ocasión llegó a Plasencia allá por febrero, pero que si no llegaba la autorización para su uso, que si el coche no había pasado la ITV y la casa sin barrer.

Pero desde el lunes parece que será verdad y dado que en el casco urbano la velocidad permitida no pasa de 50, al conductor que le pillen entre 62 y 72 le caerá una multa de 140 euros, así como al que en un tramo de 40 lo sobrepase entre 51 y 61. Puede llegar a los 520 euros más retirada de carnet si en un arrebato de imprudencia supera los 106 kilómetros por hora. Son los mínimos y máximos que marca la normativa de tráfico. Que no pase como en el cuento. Avisados quedan.