Las hermanas Aránzazu y Patricia Neria Lejárraga han remitido un escrito a la unión de cofradías en el que dan por nula la cesión de la imagen del Nazareno realizada por su tío Carlos Lejárraga a la cofradía de la Vera-Cruz.

Las hermanas advierten de que están de acuerdo con la decisión de ceder la talla a la Unión, pero siempre que se respete la última voluntad de su madre y "jamás se habló de una donación a otra cofradía que no fuera la del Santísimo Crucifijo y Descendimiento de la Cruz". Además, señalan que su madre también quería que "fuesen los hermanos de carga y el jefe de paso los mismos que habían sido siempre".

Por eso consideran "incomprensible" la cesión efectuada por su tío, del que dicen que "en ningún caso representa a la familia" y recuerdan que son herederas legales y, sin embargo, "en esta cesión aparece sólo la mitad de los propietarios, ni siquiera se nos ha comunicado, ni el que se estén efectuando reformas", en alusión a la fusión que la Vera-Cruz ha hecho de este paso y La Verónica. Por eso, advierten de que se quedarán con los enseres del Nazareno hasta aclarar la situación.