Acudió al pleno y votó en el mismo sentido que los compañeros del partido que le ha suspendido temporalmente de militancia, pero al final de la sesión advirtió de que vota con el PP "de momento".

Con estas palabras que pronunció con los micrófonos cerrados, pero que fueron perfectamente audibles por el pleno, Miguel Antonio García Pintor --el concejal condenado a ocho meses de retirada del carnet por dar positivo en una prueba de alcoholemia tras saltarse un semáforo en rojo-- dejó en el aire su futuro político, que la dirección de su partido tampoco ha decidido.

Preguntado por su advertencia, el concejal no quiso aclararla mientras su compañera de filas Mónica Gómez le advertía de que no hablara con los medios de comunicación.

Tras haber sido suspendido de militancia por su partido, todas las miradas se centraron ayer en los escaños del PP. Su portavoz, Miguel Cantero, fue el primero en llegar al pleno junto con el grupo de concejales con el que previamente había tenido reunión de grupo --entre ellos no estaba Pintor--. Más tarde llegó este, que ocupó su sitio habitual, no sin antes estrechar la mano a Cantero y otros compañeros.

Los mismos compañeros del PP local a los que ha culpado públicamente de haber filtrado interesadamente la sentencia, según declaró a Efe tras haber sido suspendido de militancia.

Con ellos votó todos los puntos del pleno, el del pliego de la nueva piscina, con el brazo en alto y visible; el del presupuesto, más tímidamente, levantando solo un dedo y sin despegar el codo del atril y el último, el de la relación de puestos de trabajo, de forma apenas perceptible puesto que de nuevo no levantó el brazo y tenía el puño cerrado. Hasta el punto de que la propia Victoria Domínguez le preguntó desde su asiento si estaba votando con el PP. Asintió, por lo que la alcaldesa resumió: "Once votos a favor y diez en contra". "De momento", espetó Pintor.