Admitieron a su hija en el colegio del Pilar y ahora le han quitado la plaza. Es lo que ha denunciado públicamente Manuel Durán Moreno, padre de una niña de tres años que se ha quedado sin plaza de Educación Infantil en el colegio después de haber sido admitida, lo que considera un agravio y pide "que se haga justicia y se aplique la normativa vigente".

Manuel Durán ha querido informar públicamente de la situación de su hija "como una llamada desesperada" porque teme que la reclamación que ha hecho a la presidenta de la comisión de escolarización de la ciudad "no reciba respuesta a tiempo para poder escolarizar a mi hija en el colegio El Pilar el curso académico 2009/2010".

Según explica a través de una nota, su hija participó en un sorteo con otros once niños que habían solicitado plaza porque estaban empatados a puntos y la suerte decidió que su hija quedara como primer suplente.

Después, la familia de un niño admitido renunció porque un hermano se quedaba sin plaza en el mismo colegio, por lo que "automáticamente, mi hija pasó a ocupar esa plaza vacante, automáticamente adquirió plaza en propiedad", subraya Durán. Este advierte además: "Nos consta que la renuncia por parte de la otra familia la recibió la dirección del colegio por fax y a mí la dirección me confirmó por teléfono que mi hija estaba admitida, el día 24 de junio".

Sin embargo, cuenta que, tras todo lo anterior, "la dirección del colegio avisó a la familia que había renunciado para informarle de que había dos vacantes para sus hijos y que se les concedía". Por eso, se queja de que "mi familia, sin ningún tipo de explicación, sin argumentos ni razones, vio cómo nos quitaban lo que nos corresponde, la plaza de escolarización".

PIDE JUSTICIA Ante esto, pide "que por favor se haga justicia y no admitan la retirada de la renuncia que, de forma improcedente, aceptó la dirección del colegio del Pilar". Además, Durán aclara que esta denuncia "va más allá de reclamar un sistema más justo y detallado de baremación, esta denuncia pide que no acepten un comportamiento fuera de los principios de igualdad, permitiendo tratos de favor, influencias, compadreo y demás zarandajas". Insiste este padre en que solo quiere justicia porque "mi hija era la primera suplente y hay una renuncia, pues automáticamente mi hija tiene plaza y no se la pueden quitar con posterioridad".

Este periódico intentó ayer contactar con la Consejería de Educación para conocer su versión de lo ocurrido, sin éxito.