Una rata mordió el viernes a un niño en un dedo mientras jugaba en el patio del colegio de San Calixto, hasta donde se coló procedente de los contenedores de la calle Lusitania, que aparecen frecuentemente llenos de basura a deshora o con bolsas a su alrededor tiradas en el suelo. Al menos el centro no tiene duda de que este el origen y avisó rápidamente a la empresa de limpieza para que desratizara la zona, en pleno Miralvalle.

La noticia la confirmó ayer el servicio de limpieza, que no tardó en enviar a dos operarios especializados. "Afortunadamente quedó en un susto porque el niño está bien --explicó ayer el director, Daniel Bares-- pero la gente debería darse cuenta de que es un grave inconveniente tener la basura en la calle". El suceso tuvo lugar a mediodía, durante el recreo, y la rata llamó tanto la atención del niño, de 7 años, que la siguió y introdujo el dedo por el hueco por donde se metió. Había profesores de guardia y lo llevaron al médico. El centro tapó el agujero.