Una media docena de farolas rotas en el ferial municipal del Berrocal, el cristal de una tienda en la calle Talavera roto a pedradas como el cerramiento de ladrillos de una obra en la céntrica calle Vinagras probablemente a patadas además de papeleras y señales de tráfico es el balance inicial de destrozos tras el ´sábado noche´.

A falta del informe de la policía local, son los daños más visibles por actos de vandalismo desde el centro al ferial del Berrocal, cuyos vecinos están desesperados también por los ´efectos colaterales´ al botellón. Dicen que desde los ´coches discoteca´ a las carreras de coches o botellas y vasos a lo largo de la ruta de paso al recinto municipal, donde el ayuntamiento asegura que la policía controla que los jóvenes no hagan fuera botellón.

Aunque dentro este sábado también han arrancado del suelo los postes que sostienen las cadenas que impiden el acceso en coche al ferial. Mientras, el ayuntamiento tiene paralizada la ordenanza municipal contra el vandalismo y los ruidos impulsada por el concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, porque la oposición no quiso aprobarla en el pleno hasta disponer de un informe jurídico de los mismos técnicos municipales que la han elaborado.

Así las cosas éste es un problema más que preocupa en la calle y sirve de ´guerra´ política en el ayuntamiento. Aunque el problema es saber si la policía local tiene medios suficientes para hacerla cumplir mientras los vecinos afectados reclaman vigilancia y sanciones. Especialmente concienciados están los residentes en el Berrocal hasta el punto de que se están organizando en asociación de vecinos para hacer causa común.