La policía local mantiene desde febrero un control riguroso de los vehículos estacionados en la vía pública y que se encuentran en un posible estado de abandono. En ocho meses, ha abierto unos cien expedientes por este motivo y actualmente en el depósito de Capote hay 36 vehículos, que aún no han sido requeridos por sus propietarios. De pasar los plazos previstos por la ley, acabarán en el desguace.

El subinspector jefe en funciones, José Antonio Quijada, explicó que, según la normativa de tráfico, un coche se considera abandonado cuando no tiene las placas de matrícula o cuando permanece estacionado durante más de un mes en el mismo lugar y presenta desperfectos que hacen imposible su desplazamiento.

En estos casos, la policía traslada el vehículo al depósito. Sin embargo, cuando el coche no llega a estos extremos, lo primero que hace es colocar una pegatina que advierte a su propietario de que se ha iniciado el expediente por abandono y que tiene 15 días de plazo para retirarlo. Son muchos los que hacen caso de la advertencia, ya que más de 60 vehículos han sido retirados por sus dueños o cambiados de lugar desde febrero, según los datos policiales.

Por el contrario, una treintena han sido retirados de la vía por abandono y trasladados a Capote. Una vez aquí, los plazos para que el dueño se lo lleve han cambiado, ya que la ley de residuos sólidos urbanos establece que en lugar de permanecer dos años hasta ser trasladado finalmente al desguace, sólo podrá estar dos meses. Si pasa este tiempo y el propietario no lo reclama, deberá pagar una multa de 660 euros y el coche será considerado como un residuo sólido urbano.