La policía local detuvo el fin de semana pasado al volante a un joven que dio ocho veces más alcohol de la tasa permitida, pero que además conducía sin estar en posesión, siquiera, del carnet mientras que el vehículo no tenía seguro desde hacía más de tres años y tenía caducada la inspección técnica del vehículo. Fue uno de los conductores interceptados en los controles de alcoholemia realizados durante el fin de semana y que la policía local recordó ayer que se intensificarán desde mañana coincidiendo con el festival folk. Por lo que la jefatura apeló a la responsabilidad de los conductores para no conducir, si beben, y animó al uso del taxi. "Su precio --añade la nota hecha pública ayer-- será inferior al de una copa y nos evitará disgustos".