José Luis Díaz se erigió ayer en el auténtico PP pese a haberse presentado a las elecciones por Compromiso con Plasencia y reivindicó para sí la alcaldía por un pacto que relegue a un segundo lugar a la candidata del PP, Victoria Domínguez, y del que dijo que no sería un gobierno inestable "porque lo de Victoria ya está superado".

Díaz dijo haber olvidado las descalificaciones que ha venido dirigiendo a Domínguez, cuya cabeza pidió la última vez el lunes, "porque es más importante conseguir el gobierno del PP" aunque insistió en que ella "no está legitimada para ostentar la alcaldía porque ha perdido la mitad de votos y yo tengo la legitimidad moral porque he partido de cero y nadie pone en cuestión quién tiene el voto personal". Ello pese a que de los dos, él es el menos votado.

Sin embargo, tampoco tuvo empacho en reconocer que un ayuntamiento socialista "desde el punto de vista económico posiblemente sea lo mejor para Plasencia porque sería la preferida de la Junta".

Así las cosas, se permitió pedir desde fuera del PP lo que ni siquiera contemplan sus estatutos: "Debe convocar una asamblea de militantes antes del día 14 para votar en secreto y decidir si debe haber o no acuerdo". Si no, empezará de concejal en la oposición pero respondió con un lacónico "no lo sé" a la pregunta de si estaría los cuatro años.