Tras numerosas reuniones mantenidas por el ayuntamiento con vecinos y la cooperativa de los autobuses urbanos, el alcalde reconoció ayer que su reforma no será posible en esta legislatura y admitió que "para una administración continuar con esta situación es cómoda porque sale gratis y es una forma de ir tirando". Así, indicó que será motivo de disputa electoral: "Es un asunto a dilucidar después de las elecciones y la campaña será el momento de que cada partido muestre su compromiso". Aunque advirtió que será más caro para ayuntamiento y usuarios y dudó de que haya empresas que oferten.