La diócesis de Plasencia acaba de instaurar el llamado fondo diocesano del uno por ciento de solidaridad con el Tercer Mundo , una disposición que surgió tras el Sínodo por la que las parroquias, hermandades, cofradías, asociaciones y todo movimiento de la diócesis destinarán tal cantidad de sus presupuestos al Tercer Mundo. Mientras el obispo Amadeo Rodríguez Magro ha invitado a cuantas personas quieran sumarse con sus donativos a la causa.

"No es esto del 1%, por tanto, un asunto meramente económico ni tampoco un impuesto, aunque sea un porcentaje estable y permanente, sí es un compartir solidario", asegura en su carta pastoral, en la que informa de que una comisión administrará el fondo que él mismo enmarca en una responsabilidad moral. "Por eso --añade-- además de llamar a participar a las instituciones, también se invita a los particulares que quieran sumarse a esta iniciativa a que aporten donativos, en el porcentaje que quieran de sus ingresos o gastos". Lo que hace ya la diócesis de Mérida-Badajoz.