Los jóvenes son "el verdadero filón" que puede hacer aumentar las cifras de donaciones de sangre. Lo afirma Pablo Vicente, presidente de la hermandad de donantes Virgen del Puerto, que a propósito de la celebración de su XVI asamblea general ordinaria se ha marcado el reto de contar con más "brazos jóvenes" para que nunca le falte sangre a nadie que lo necesite.

Hasta ahora no ha pasado, gracias a los 16.492 donantes registrados y a los 3.499 que donaron su sangre en Plasencia y el norte en el 2005. Vicente destacó que la edad media ha bajado respecto al 2004, al pasar de 40 a 39 años, lo que significa que "algún joven más habrá donado, pero tenemos que seguir insistiendo para que la gente joven done".

Así, aunque tanto el número de donantes como el de bolsas (5.215 en el 2005) se mantienen respecto al año anterior, volvió a hacer un llamamiento porque "la responsabilidad de tener abastecida de sangre nuestra zona recae en esas 3.499 personas de un total de 100.000 habitantes que en cualquier momento pueden necesitar sangre".

En agradecimiento a la labor de todos esos donantes anónimos, la hermandad distinguió ayer a 324, que a lo largo de su vida han donado desde diez veces hasta 62, como es el caso del placentino Juan Francisco Mendo Hernández, que dijo sentirse "muy contento de ser donante de sangre". Vicente tuvo palabras de elogio para todos: "Todo el mundo reconoce que la sangre es necesaria y gracias a ellos no sabemos cuántos se habrán salvado este año" y lanzó un aviso: "¿Si no hubieran donado, ¿qué habría pasado?".