No es la primera vez que les atacan en el barrio de Gabriel y Galán, en el polígono la Data, pero esta vez pudieron resultar agentes heridos. Tres miembros de la brigada de Seguridad Ciudadana patrullaban en dos vehículos por la calle Antonio Machado, donde está ubicado el centro infantil Dulce Chacón, cuando sintieron dos impactos, uno en cada coche. El primero, rozó al vehículo que iba por delante con dos agentes en su interior. El segundo, con un agente dentro, hizo que estallara la luna trasera. Ocurrió hace unos quince días, pero hasta la fecha no ha habido información oficial pública del suceso.

Los agentes realizaban una patrulla rutinaria y se vieron sorprendidos por los impactos. El primero provocó un surco de grandes dimensiones en el marco de la ventana trasera y, nada más sentirlo, los policías avisaron al compañero del coche que iba detrás de que les habían atacado. Acto seguido, un objeto atravesó la luna trasera del segundo coche provocando un gran boquete. Los agentes se alejaron en los vehículos inmediatamente y abrieron el maletero del segundo coche por si podían encontrar el objeto que había atravesado la luna, pero no lo hicieron.

No obstante, informaron de lo sucedido en comisaría y los responsables del grupo científico revisaron los vehículos. Su conclusión, según ha podido saber este periódico, es que el surco en el primer vehículo y el boquete en el segundo lo provocaron proyectiles de un arma del calibre 22. No se han encontrado los proyectiles, por tanto, no hay pruebas, más que el informe científico.

les lanzan macetas / No es la primera vez que vehículos de la Policía Nacional son atacados en Gabriel y Galán. De hecho, en algunos casos les han lanzado tierra, e incluso macetas desde los balcones. El hecho de que en esta ocasión hayan podido utilizar un arma genera en los agentes una sensación de inseguridad, agravada porque continúa la situacion de escasez de patrullas en la calle debido a los turnos que están obligados a realizar.

Precisamente, acaba de hacerse público el concurso general de traslados y para este 2017, solo llegará a la comisaría un agente nuevo, más un subinspector, pero estos mandos no patrullan.

Por eso, la semana pasada la Policía Nacional tuvo que pedir de nuevo apoyo a la local -perro antidroga incluido-- para reforzar los controles en el barrio. Mientras, acaba de jubilarse el anterior jefe de la comisaría y actualmente hay un jefe accidental.