La Guardia Civil ha detenido a dos empleados de una subcontrata de una compañía de telefonía móvil presuntamente implicados en varios robos cometidos en las estaciones que revisaban, quienes, tras sustraer las baterías, las vendían en chatarrerías de la provincia de Cáceres.

La Guardia Civil, como resultado de las diferentes inspecciones que se llevan a cabo en las chatarrerías cacereñas, localizó en un establecimiento ubicado en Plasencia cuatro baterías compatibles con las utilizadas por las operadoras de telefonía móvil en sus instalaciones aisladas.

Con estos datos, pusieron en marcha la denominada operación "Extrarradios", en el marco de la cual se identificó a quienes entregaron dichas baterías y el vehículo utilizado para su transporte.

Estas dos personas son empleados de una subcontrata que se dedica a realizar diversas instalaciones en estaciones aisladas de telefonía móvil, según ha informado hoy el instituto armado por medio de un comunicado.

Puestos en contacto con la operadora a la que pertenecían las baterías, la Guardia Civil le instó a que revisara todas las instalaciones aisladas con el objeto de verificar si las baterías pudieran ser de alguna de ellas.

De esta forma comprobaron que las cuatro baterías habían sido sustraídas de una de las instalaciones de Plasencia, y que a otra estación ubicada en Navalmoral de la Mata también le faltaban el mismo números de baterías, que habían sido vendidas a una chatarrería de la localidad.

Los dos detenidos, que han sido puestos a disposición judicial, podían acceder con total libertad a las instalaciones aisladas de las diferentes operadoras, para llevar a cabo los trabajos para los que habían sido contratados.

Según la Guardia Civil, en cada instalación dejaban un grupo de batería suficiente para dar servicio a la instalación, con lo que conseguían que las alarmas no se disparen y de esta forma no alertar de la sustracción.

La Guardia Civil ha recuperado las ocho baterías, que tiene un valor 3.000 euros.