La dueña del callejón de Ramón y Cajal cuyos vecinos colindantes han denunciado por abandono ha culpado de la situación a los dueños de las cocheras que allí se encuentran al asegurar que fueron ellos quienes le obligaron a retirar la puerta que impedía el paso vía judicial. La propietaria coincide con los vecinos del edificio anexo en que una puerta es necesaria para evitar la concentración de mendigos, toxicómanos y hasta algunos jóvenes del botellón en ese apartado rincón mientras el ayuntamiento ha instalado unos focos que no le parecen solución y ha invadido una propiedad privada.