En una atrevida iniciativa, Raquel Puertas va a someter el gasto de sus concejalías a la fiscalización del contribuyente a través de lo que llamó "factura de coste cero". Serán facturas simbólicas que editará la concejalía para que el ciudadano pueda conocer en qué se invierte el dinero público. En casos, puso por ejemplo, de los vinos de honor o de las visitas guiadas que el ayuntamiento costea en determinados acontecimientos.

"Será un documento meramente informativo --explicó ayer-- para que los beneficiarios de los servicios de la concejalía puedan visualizar el gasto de los servicios prestados y valoren también lo que supone". Una medida, en fin, de transparencia cuando la oposición acaba de pedir en el pleno al gobierno municipal que rinda cuentas con mayor periodicidad. Lo que, sin embargo, rechazó por considerar que los mecanismos de control de que dispone son ya suficientes.