La consejería de Educación reconoció ayer "las molestias" que pueden ocasionar las obras que realizan en el Inés de Suárez, pero rechaza que representen peligro alguno para los alumnos y el profesorado "al ser observadas las medidas de seguridad oportunas", replicó en un comunicado. Padres de escolares de primero de Infantil habían remitido el día anterior su queja por escrito a la dirección provincial.

Pero ayer, la consejería puntualizó que únicamente existe "una protesta individual", negando que haya una situación de "indignación generalizada" entre los padres. Mientras éstos se quejaban de que no se haya aprovechado el verano, en su comunicado, la Junta replica que es "materialmente imposible concentrar las 600 actuaciones que ha llevado a cabo la consejería durante el 2006 en las vacaciones de verano". Entre otras cosas, apunta, por la imposibilidad de contar con empresas licitadoras suficientes al ser la mayor parte de ellas pequeñas. Además, añade que "la inmensa mayoría de las obras que se realizan en centros educativos no implican el cese de la actividad". La falta de limpieza del martes también denunciada la atribuyó a que el día anterior descansaban los limpiadores, pero que se subsanó "de inmediato aclara.