Las vallas de obra han desaparecido de la plaza Mayor. Después de que el ayuntamiento las haya usado durante años para regular el tráfico --de hecho, datan de la anterior legislatura-- el consistorio las ha eliminado, aunque tal como las puso, sin previo aviso, las ha quitado, sin informar si se trata de una medida provisional o definitiva.

Lo cierto es que ha sido muy aplaudida por los habituales a la plaza y algunos hosteleros, que habían criticado este sistema de regulación del tráfico tan habitual en el paisaje de la plaza como el ruido que hacían al tirarlas el viento y hasta los niños las usaban para jugar al voleibol. Además, muchos temían que tras tanto tiempo se convirtieran en parte del mobiliario urbano.