Un conductor veinteañero no reparó en que el coche que seguía se detuvo en un paso de cebra y le golpeó causándole leves daños materiales. Hasta ahí nada anormal, pero cuando se bajó del vehículo lo hizo con una especie de porra de madera en la mano dispuesto a asestar un golpe al automovilista, que no daba crédito después de haber recibido encima el golpe.

Fue la propia mujer del agresor la que le detuvo y volvieron juntos al vehículo, donde la emprendió entonces a golpes con ella, que llevaba además en brazos a un bebé que no sufrió ningún daño. Hasta que llegó la policía a la que había avisado alguno de los numerosos testigos que presenciaron la escena porque a las seis de la tarde son muchas las personas que salen y entran de la piscina municipal cubierta, en cuyo paso de peatones sucedió todo.

Según testigos, la joven pareja venía discutiendo cuando el conductor, en un descuido, embistió al vehículo parado en el paso de cebra de Sor Valentina Mirón. Al parecer la Policía Nacional se llevó enseguida a esta joven pareja de etnia gitana.