La noche del martes falleció uno de los hosteleros más carismáticos de la ciudad, Vicente Paniagua, promotor de locales como La Ría y La Pitarra del Gordo; siempre con una sonrisa afable y uno de los más queridos de la ciudad. Ayer, a las cuatro de la tarde, familiares, amigos, compañeros del sector de la hostelería y muchos conocidos de la familia, quisieron darle el último adiós en la catedral.

Paniagua falleció por una enfermedad respiratoria a los 70 años. Deja viuda y tres hijos porque una cuarta falleció también por enfermedad el año pasado.

Su hijo Raúl Paniagua ha seguido sus pasos y se hizo cargo de La Pitarra del Gordo en el año 1999, cinco años después de que su padre la abriera en la calle de Los Vinos con la filosofía de una tasca típica que buscaba recuperar las tradiciones dentro del sector a base de "buenos caldos de la tierra, acompañados de queso y cocina de la tierra".

Llegó a expandirse hasta Salamanca y Vicente Paniagua supo cómo promocionar el negocio, con la suelta de dos globos con vales por jamones, en el 2000 y 2001, y con el concurso televisivo El Gordo de España . Además, cada 1 de enero entregaba, junto a La Casa del Jamón, un jamón para el primer niño del año.

Ayer, todo eran mensajes de cariño y de apoyo a la familia: "Una persona maravillosa y con un gran sentido del humor"; "Vicente contribuyó a hacer de Plasencia un lugar aún más especial de lo que es", entre otros.