En unos meses, los vecinos de Miralvalle no tendrán que compartir sede con la asociación de Rosal de Ayala. Porque la constructora Majuma ha iniciado la construcción del edificio que integrará la nueva sede de Miralvalle.

Está situado en la calle Brezo, detrás de los pabellones militares. La junta de gobierno local dio en el mes de mayo el visto bueno a la licencia para la construcción, que se inició el mes pasado. La empresa levantará un bloque de viviendas, con locales y garajes, con la particularidad de que acogerá la sede de la asociación de vecinos de Miralvalle.

Así, por contrato, Majuma está obligada a ceder «una planta sobre rasante en bruto, con acceso independiente desde la calle y totalmente terminada, accesible y con las acometidas necesarias para las distintas instalaciones». Deberá tratarse de una planta completa, con una superficie mínima de 280 metros cuadrados.

Una vez concluida la obra, la directiva vecinal verá satisfecha su demanda de contar con una sede propia, porque, dado el volumen de vecinos del barrio y del Rosal de Ayala, se hace difícil compartir el uso del edificio actual, aunque las dos asociaciones tienen buena relación y nunca ha habido problemas.

Esta promoción se suma a otras ya iniciadas en la ciudad, la más importante, la de una residencia en Ciudad Jardín.