Un joven empleado de una empresa de la construcción es el agraciado con los 3.750.000 euros del Euromillón. Casado y con dos hijos pequeños, se embolsará el primer gran premio que deja este sorteo en Plasencia con una cifra que da vértigo, sobre todo al afortunado, que reclama su derecho a mantenerse en el anonimato.

Se había gastado cuatro euros en dos apuestas y el sorteo del 23 de mayo le devolvió la apuesta con creces gracias a una combinación que seguramente nunca olvidará: 5-9-19-21-38 y las estrellas 1 y 7. El boleto fue sellado en la administración número 1, en la plaza Mayor, cuya titular, Carmen Blanco, confesaba nada más conocerse el premio su deseo de que fuera para un placentino. "Que el dinero se quede en casa", decía y su sueño se ha cumplido. Ese día solo otro boleto resultó premiado con la misma cantidad en todo el territorio nacional, en Oviedo, además de en Portugal y en Francia.

No es esta la primera vez que este céntrico despacho reparte suerte en las loterías y apuestas, pero sí en el Euromillón. Su buena estrella ha hecho que la clientela se dispare. Pasa siempre porque "los premios --decía la propietaria-- atraen a la gente". El día que se supó, sábado, estaba cerrado por comunión, pero la categoría del premio les llevó a abrir y se montó el revuelo. Desde ese momento, la discreción es la habitual entre los ganadores de premios millonarios. Este último caso no es una excepción, y aunque los rumores apuntaban, en un principio, a que el ganador podía ser alguien de paso o incluso una peña, lo cierto es que ya sabe que es un trabajador, y padre.