Parece un juego de palabras, pero es la realidad. Existe una barrera mental por la que los empresarios no contratan a personas con enfermedad mental y, sin inserción laboral, no hay plena integración social.

Lo advirtió ayer la Asociación de Personas con Enfermedad Mental de Plasencia y Comarcas, Feafes, por boca de su presidente, Urbano Núñez, con motivo de la celebración en Plasencia del Día de la Salud Mental.

Usuarios de los centros que tratan la salud mental en la ciudad, Feafes, el Centro Residencial de Rehabilitación, el Centro de Rehabilitación Psicosocial y el Centro sociosanitario, participaron ayer en una marcha por diversas calles de la zona centro para visibilizar este problema. Según Núñez, el 80% de las personas con enfermedad mental de la región no trabajan y, por lo tanto, su reto es conseguir un empleo. Porque la autonomía de vivir independizados o crear una familia ya la han conseguido muchos, pero al presentarse ante un empresario, «es posible que pueda tener miedo porque no conoce la realidad de la enfermedad mental».

Núñez defiende que «se debe dar trabajo a estas personas sin tener en cuenta su patología», ya que «son tan válidas como cualquier otra» y «necesitan trabajar, estar ocupadas y disponer de unos ingresos para disfrutar de una vida plena». Así lo defendieron en un manifiesto que se leyó en la plaza Mayor.