Esquivando baches y dando botes dentro del coche. Es como se ven obligados a circular por las calles del polígono industrial los numerosos trabajadores y empresarios de las aproximadamente ochenta empresas instaladas en una zona donde no ha habido reformas desde que se levantó hace 30 años. El concejal de Desarrollo Económico, Francisco Martín, anunció en marzo una adecuación integral, pero nada se ha vuelto a saber y tanto los empresarios a título particular como la federación empresarial urgen las obras.

"Espero que empiecen antes de que tenga que llevar el coche al desguace por tanto bache y tanto bote", advertía un empleado de la zona, mientras otra añadía: "Yo he tenido que cambiar las ruedas por el desgaste y también los faros del coche porque con los faros, falló la conexión". Es un ejemplo de las quejas de quienes acuden cada día a trabajar al polígono, que se centran sobre todo en el asfalto.

La prometida adecuación de la zona incluye su reforma y también la renovación de las redes de saneamiento y abastecimiento, acerados, iluminación, señalización vial, retirada de redes aéreas, mejora de zonas verdes, tratamiento medioambiental de los taludes y conducciones para la fibra óptica, gas y telefonía, además de la instalación de cámaras de control del tráfico.

Fue lo que anunció Martín en marzo, pero a día de hoy, el ayuntamiento aún no ha sacado a licitación el proyecto que fijará la cuantía de unas obras que cuentan con un presupuesto inicial de 900.000 euros del proyecto europeo Ecociudad.

MANTENIMIENTO POSTERIOR De ahí que empresarios y federación apremien al ayuntamiento para que las obras comiencen "cuanto antes y las de Martín Palomino también", en palabras del secretario de la FEP, Paco Sánchez Guijo.

Otro tema por aclarar es el mantenimiento posterior del polígono. El concejal anunció hace tres meses que apuesta porque los empresarios constituyan comunidades de propietarios para asumir la conservación de las zonas privadas y por una gestión compartida. Según explicó Sánchez Guijo, "nuestra postura es que lo primero que deben hacer es la obra y después, se hablará de cómo sería la gestión y qué significa en la práctica una gestión compartida. De momento, no hay nada por escrito y habrá que ver qué tipo de gestión propone el ayuntamiento y si es posible aceptarla o no".