Entraron en 1974 en la Escuela de Enfermería Virgen del Puerto con la dictadura de Franco, salieron en plena transición y ayer se volvieron a reunir para celebrar las bodas de plata de la primera promoción de la escuela placentina. Fueron las primeras mujeres liberadas que salían solas al Chopi , fumaban y bebían al son de Adamo o las canciones protesta de Serrat mientras a la escuela iban de uniforme y calcetines, rezaban antes de comer y estudiaban gimnasia, religión y política.

Sus años de carrera bien podrían protagonizar su propia serie televisiva Cuéntame con una suerte hoy impensable: todas salían con trabajo y plaza en propiedad al mes siguiente.

ILUSION

Ayer vivieron un día de recuerdos, risas y lágrimas como las que derramó el que fuera su profesor de religión, José Sendín, durante la misa en la catedral que abrió el programa seguido de un aperitivo en el Blue´s Mary y comida en el Parador.

La promoción de 1974-77 fue de 39 mujeres que de 18 a 21 años vivieron en régimen de internado femenino en la escuela que la diputación abrió al compás del Hospital Psiquiátrico. El primer año de prácticas, con mandil almidonado y cofia, lo realizaron en el hospital provincial de Santa María para pasar luego al recién inaugurado Hospital Virgen del Puerto donde aún trabajan muchas de ellas. En el recuerdo quedan Miguel Cruz Sagredo, a cuyo empeño se debió la escuela que abrió vinculada a la Universidad de Salamanca para unirse luego a la de Extremadura, y los profesores.