Una persona llama al 112 porque un familiar está sufriendo un infarto. ¿Quién está al otro lado del teléfono? ¿De qué depende que la ambulancia llegue lo antes posible? ¿Qué datos debe facilitar el que llama? Son preguntas que un equipo de la unidad de emergencias sanitarias, que coordina el médico José María Pascual, ha querido contestar porque la diferencia entre utilizar bien o mal este servicio sanitario de la Junta puede ser la vida de una persona.

En Plasencia hay un equipo de 15 personas especialistas en emergencias por el SES y organizados en guardias de 24 horas con cuatro personas: un médico, un enfermero y dos técnicos. Tienen su base frente al hospital y están al servicio del ciudadano "los 365 días del año", en palabras de José María Pascual.

Lo primero que él y Amadeo Puente --el enfermero de este equipo-- aclaran es que ellos son sólo un eslabón del 112: "La gente piensa que cuando llama al 112 va a aparecer una ambulancia, pero esto es un dispositivo global y, dependiendo del caso, se moviliza a los bomberos, a la policía, al centro de salud o a nosotros, que nos movilizamos en emergencias sanitarias, en casos de vida o muerte".

El tiempo es vital para salvar vidas, por eso todas las distancias por carretera están cronometradas. "El tiempo estimado de aquí --su base-- a la plaza es de 5 minutos", cuenta Amadeo, pero su área de actuación engloba las zonas que están entre 0 y 15 minutos y entre 15 y 30. Este es el máximo de su área de influencia por lo que ellos llaman la hora de oro , ya que entre ir y volver a Plasencia con el enfermo tardarían una hora y "si no eres capaz de estabilizarle en la primera hora, es bastante posible que no pueda sobrevivir".

Así, lo que el servicio de emergencias del 112 hace es "llevar el hospital allá donde el paciente lo necesita", destaca José María, pero para eso tanto él como Amadeo hacen hincapié en la importancia de los datos que facilita el que llama. "Cuando alguien llama al 112 no contestamos nosotros sino el centro coordinador de Mérida, que es quien decide el servicio que debe movilizar precisamente en función de cómo le llega la información".

Por eso, insiste en que "la transmisión de la información es vital y de ahí las preguntas que hacen en Mérida al que llama. A la gente, 30 segundos se le puede hacer un año porque están nerviosos, pero es fundamental que describa con la mayor exactitud lo que tiene delante, cuántas personas hay enfermas y la ubicación más exacta, la calle y la ciudad porque el 112 trabaja en toda Extremadura, que no lo olviden".

En cuanto el equipo recibe el aviso "tardamos exactamente un minuto en subir a la ambulancia", explica Amadeo, que se lamenta de las falsas alarmas que reciben. "Nosotros nos jugamos la vida saltándonos los semáforos en rojo y es una lástima porque cuando tenemos un aviso, no nos pueden mandar a otro sitio y puede que por culpa de una falsa llamada se ponga en peligro la vida de otro", advierte José María.

En la ambulancia

Y cuando llegan al enfermo, ¿por qué tardan tanto en salir hacia el hospital? La respuesta es que "cuando llegamos lo que hacemos es evaluar al paciente y estabilizarle in situ. Lo importante no es llegar, cargar y correr sino que intentamos hacer todo lo posible por esa persona y sólo cuando hemos conseguido que su corazón vuelva a latir o que vuelva a respirar, entonces lo trasladamos".

Para el que dude de la capacidad de una ambulancia en comparación con el hospital, su unidad medicalizada es un auténtico hospital con ruedas porque cuenta con todos los instrumentos y la medicación necesarias para tratar problemas circulatorios, respiratorios, traumatológicos, e incluso para sacar a personas atrapadas o tratar a grandes quemados y a niños. "Tenemos seis camillas posibles, la medicación más avanzada --alguna procedente de Israel-- y los mejores equipos" como un monitor desfibrilador que puede mandar electrocardiogramas por teléfono.

Con todo, este equipo --que completan los técnicos José Antonio Rodríguez y Tomás Núñez-- es humilde y afirma: "No somos los más fantásticos, ni autosuficientes, sólo un recurso más que intenta cumplir su función". Eso sí, se nota que les mueve "la pasión por nuestro trabajo, vemos que por hacer bien las cosas mucha gente está viva".